No había palabras, ni caricias ni besos
Lágrimas negras, torrentes infinitos,
Tiñieron mis días con un turbio velo.
Pasaron unos meses y volviste a buscarme
Y yo estaba en los brazos de otro hombre
Quería olvidar, hacer que no exististe
Pero te vi y volví a elegir tu nombre.
Hoy con brillos plateados en el pelo,
Tengo conmigo el mundo de tus ojos
Nos deleitamos de dulces armonías
Y el amor nuestro sobrevivió al despojo.
de Ercilia Morales Verdaguer
No hay comentarios:
Publicar un comentario