Lejano cobijo de noche y estrellas,
bebimos el vino y el amor con ellas.
Prendiste las brasas que se hicieron fuego
y volvió la magia, con nuestros recuerdos.
Y volaron chispas, volaron deseos,
alfombra vegetal nuestro aposento.
Buscaron enlaces tus aladas piernas,
y se complacieron con caricias nuevas…
Cabaña, refugio, y el cantar de grillos,
abrazo tropical, soñado y tibio,
entorno nocturnal y el Tantra lento,
gozoso palpitar a un mismo tiempo…
de Ercilia Morales Verdaguer
(Copyrigth)