Lejana y oscura se perdía
la cinta interminable de la playa.
tras sus copos escondían la cara.
Exhausta por el sol y por la gente
la arena relajába se en su lecho
dejando penetrar en sus entrañas
del agua y de la sal, sus besos.
Cómplice del amor y de los sueños
Cómplice del amor y de los sueños
las sombras y la noche se fundieron;
los médanos, la carpa, los arbustos, borrascas sin descanso de ese enero.
Ya no se oía murmurar las olas...
ya no se oía el azotar del viento...
sólo palabras de pasión y amores
que acallaron, sensuales, el silencio...
que acallaron, sensuales, el silencio...
.de Ercilia Morales Verdaguer