Desde el fondo de las fibras
de pasiones y de amores
de caricias y de besos.Y desde el fin de mi alma
soñar con aquel encuentro
de mi espíritu callado
con el tuyo y tu silencio.
Pero esa tarde lluviosa
algo me siguió latiendo...
porque esa tarde tus manos
me perfumaron el pelo...
Cuando dijiste: ¡que suave!
y me abrazaste; y huyendo
me fui, escapando a tu asedio,
mas te sentí largo tiempo....
Porque quedó tu perfume
que me siguió persiguiendo;
y cuando cierro los ojos
yo vuelvo a evocar tus besos.
de Ercilia Morales Verdaguer
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